LA “EMBAJADA DE MANABÍ” EN GUAYAQUIL

Por: Yamell Rendón

La comida es un símbolo de cultura. Y la comida manabita tiene un espacio bien merecido en el  Ecuador. La sal prieta con maduro, los mariscos y su sazón se han robado el paladar de muchos. Hace más de 8 años el restaurante cevichería “El Gato Portovejense” abrió sus puertas en Guayaquil para ofrecer una vasta tradición culinaria en todo lo referente a mariscos.

Freddy Tutivén es uno de los propietarios del local; fue betunero y albañil antes de descubrir su habilidad gastronómica que hoy lo ubica como un próspero empresario de la comida manabita.  El Gato, como lo conocen los comensales en Guayaquil, Manta y Portoviejo, recuerda que adquirió esa denominación por un cliente. “No sabía mi nombre y quería pedirme algo, así que me miró y me dijo: Gato, ven acá. Desde allí me conocen como El Gato”.

La “Embajada de Manabí”, como le denomina su propietario, posee 45 diversos platos. La especialidad de la casa son los ceviches de 6 mariscos pero hace algunos años las uñas de cangrejo apanadas han sido un plato muy solicitado. 

“Hace años vengo a comer a este restaurante, mi plato favorito es el estofado de mariscos llamado Viagra. El sabor es inigualable.“ indica Karla Redrovan, cliente del local.  

Este restaurante además de ofrecer variedad de comida también posee diversidad de grafitis en las paredes, donde los clientes han firmado y escrito comentarios sobre su paso en el local. “La primera vez que vine escribí mi nombre y el de mi esposo, la experiencia fue divertida porque en ningún lugar dejan rayar las paredes” mencionó Gabriela Lozada, clienta.
La idea surgió de casualidad cuando abrió el restaurante en Manta. Grafitis que en la actualidad aún se conservan e  iniciaron una tradición, asegura Tutivén.  “Quien desea escribir solo necesita pedir un marcador al mesero y podrá hacerlo” mencionó Daniela Gonzabay, administradora del local.

La acogida de rayar las paredes hace que cada año se tengan que volver a pintar de blanco para acoger nuevos mensajes. Además, en su decoración también se destacan fotos con personajes de la farándula, política, extranjeros y clientes asiduos al local. 

Luis Fernando Heinert, socio propietario del restaurante, menciona que la idea de abrir el Gato Portovejense nace con la necesidad de brindarle a Guayaquil un lugar que representa la cultura del ceviche de forma muy tradicional para quienes viven en la ciudad o la visitan.

“Los mariscos hay que prepararlos bien y ese saborcito manaba es único, lo que incluye al maní y verde.”, menciona Nadia Piguave, cliente asidua de la cevichería.

El local tras varios años de atención, en la actualidad cuenta con dos sucursales en: Sauces 1 Av Agustin Freire Mz F-13 V.3 frente A Garzocentro y en Cdla. Albatros Calle Pelicano Oeste Solar 1 Diagonal Andrés Borbor. 

Su horario de atención es desde las 8:30 am hasta las 16:00 pm de lunes a domingos. 

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