UN ARTE EN HERENCIA

Por: Yamell Rendón
 Luis Portilla, artista de 78 años, en la sala de su casa mostrando una de las piezas de arte pre-colombino. 
El pintor, Luis Portilla, nacido en Cuenca, en 1937 y radicado en Guayaquil, vive sus años de madurez lleno de felicidad: pinta, expone y disfruta de la vida; y se ha  dedicado al arte desde hace más de 50 años.

Los dotes artísticos se inculcaron en la familia Portilla como parte de su formación educativa, su hijo Xavier Portilla de 44 años, se dedica a la pintura y creación de murales.   “Mi carrera fue motivada por mis padres que son artistas y a los 15 años obtuve mi primer premio en el Salón Demetrio Aguilera Malta que determinó mi futuro como profesional en el arte”, menciona Xavier.

Aliana Rodríguez Martínez,  directora de la Casa Oswaldo Guayasamín de La Habana, señala en un fragmento del texto que escribió para un catálogo de exposición: “Luis Portilla enlaza lo formal con una historia heredada de sus tradiciones, que parten de miles de años de historia, su herencia cultural lo acompaña perennemente, es un ecuatoriano que no abandona sus raíces histórico-culturales”.

Luis Portilla ha realizado más de 60 exposiciones individuales y más de 90 colectivas. Dentro del país ha presentado su producción en su ciudad natal Cuenca, así como en Guayaquil, Quito, Santo Domingo y Manta. Mientras que en el exterior ha llevado su arte por varias partes del mundo, como Europa y Sudamérica, en búsqueda de observación y acercamiento cultural.

Ha recibido diversos reconocimientos, entre ellos del Congreso Nacional y del Círculo de Periodistas del Guayas. Además, en el 2010 preparó una publicación titulada: Portilla: sinfonía ancestral, en la que presenta un recorrido por sus dibujos precolombinos. Este trabajo lo llevo a recopilar más obras de arte para su última exposición en México denominada: “Un ajuste de cuentas con la historia”

Dolores Bifandi, artista plástica, reconoce que ser pintor en el país es difícil debido a la falta de conocimiento de la buena pintura. Ella menciona que las personas no desean pagar grandes cantidades de dinero por las obras, considera que la carrera de los Portilla es respetable debido a que mantenerse en el mundo artístico no es fácil.

Xavier Portilla, hijo del pintor, en uno de los murales que se encuentra realizando en un puente por el parque California. 
El pintor considera que plasmar la realidad de la vida en lienzo no solo es reconocer la tristeza, sino encontrar la belleza de la naturaleza en una flor, en las montañas, en una casa vieja, entre otras cosas mirar los pequeños grandes regalos de vivir. “Poder ver con calma la vida y aprender a valorar lo que  nuestro país tiene para ofrecer”, menciona Luis Portilla.

La esposa, Yolanda Carrión, se confiesa como una apasionada por el arte de su esposo. Tras más de 40 años de casados asume la pintura como parte esencial del artista. “Tal vez sin pintar, Luis no fuera ni la mitad de quien es hoy”

Su hijo Xavier, ofrece charlas y conferencias sobre arte. Se radicó varios años en los Estados Unidos y a su regreso actualmente se dedica a realizar un mural en uno de los puentes cerca del Parque California. Refirió sentirse feliz de poder exponer como artista sus ideas, resaltar su apellido y dejar un legado en la ciudad para las futuras generaciones de artistas plásticos.

“Las obras de Luis Portilla retratan un pedacito de mi país en una obra abstracta de buen gusto”, dice Miriam Crespo, clienta del pintor.

El artista cree que en la vida y en el arte, el camino se hace al andar: con la experiencia, el estudio, las lecturas, las vivencias, el día a día, entre otros. Y considera sus cuadros como sus hijos, la parte creativa mejorada e ilustrada de su ser. 

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